1. ACTIVIDADES PARA EL MES DE ABRIL
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1. Sábado, día 9 Asamblea a las 17:00 h. en el salón parroquial
- Saludo, acogida y oración.
- Lectura del acta anterior.
- Informaciones.
- Lectura del Evangelio según Lc. 22,39-23,56
- 1ª Lectura Is. 50,4-7
- 2ª Lectura Flp. 2,6-11
2. Viernes, día 22 Encuentro de Formación a las 17:00 h. en el salón
parroquial. El Tema de formación se repartirá en la Asamblea del día 9.
3. También el sábado, día 9, en la Parroquia, después de la celebra-
ción de la Eucaristía de las 20:30, tendrá lugar el Pregón de Semana
Santa. La particularidad de este año es que el pregón será proclamado por
nuestra Hermana Ministra Nacional y de Zona, miembro de nuestra Frater-
nidad de Arenas, María José Piriz Santos. Sería bueno que estuviéramos
presentes en este acto una nutrida representación de la Fraternidad, para
acompañar a nuestra Hermana María José
Recordamos también a Santa Te-
resa de Jesús en el IV Centenario de su
Canonización pidiéndole que interceda
por nosotros y nos enseñe el mejor mo-
do de seguir a Jesús mirando dónde po-
nemos los pies para no tropezar.
Teresa de Jesús
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VIGILIA PASCUAL
La Vigilia Pascual es el centro del Triduo Sacro y de todo el año
litúrgico; es el punto donde concluyen las celebraciones anuales de la vida
de Cristo. La Noche santa culmina el Santo Triduo e inicia el tiempo pas-
cual: comienza cuando Cristo descansa aún en el sepulcro y termina en la
madrugada del día consagrado a la gloria de la resurrección del Señor.
Según una antiquísima tradición, ésta es una noche de vela en honor
del Señor. Los fieles, tal como lo recomienda el Evangelio, deben asemejarse
a los siervos que, con las lámparas encendidas en su s manos, esperan el re-
torno de su Señor, para que cuando llegue les encuentre en vela y les invite a
sentarse a su mesa.
La celebración de esta Vigilia se desarrolla en cuatro partes: después
de un breve lucernario y del pregón pascual (LITURGIA DE LA LUZ). La
Santa Iglesia, llena de fe en la palabra y en las promesas del Señor, contem-
pla las maravillas que el Señor Dios realizó desde el principio a favor de su
pueblo (LITURGIA DE LA PALABRA). Hasta que, al acercarse el día de la
resurrección, es acompañada ya de sus nuevos hijos renacidos en el bautismo
(LITURGIA BAUTISMAL). Es invitada a la mesa que el Señor, por medio
de su muerte y resurrección ha preparado para su pueblo (LITURGIA EU-
CARÍSTICA).
La misa de la Vigilia Pascual, aunque se celebra antes de la media
noche, es ya la Misa de Pascua del Domingo de Resurrección. Los fieles que
participan en esta misa pueden comulgar de nuevo en la segunda Misa del
día de Pascua.
FELIZ PASCUA DE RESURRECIÓN!
El Consejo de la Fraternidad desea a todos una viva y gozosa expe-
riencia de la Resurrección de Jesús el Señor, que, nos invita a vivir como
“resucitados”, a inyectar en nuestras venas latidos de vida nueva, que
nos permita ofrecer a los hermanos armas de esperanza y manantiales
de alegría “CRISTO HA RESUCITADO” su presencia es nuestra ga-
rantía de vida fraterna, solidaria y dichosa
Paz y Bien
Hna. Sagrario
2. CONSIDERA EL TRABAJO COMO DON DE DIOS
Y COMO PARTICIPACIÓN EN LA CREACIÓN (Regla, art. 16)
El artículo16 de nuestra Regla OFS dice:“Consideren el trabajo
como don de Dios y como participación en la creación, redención y ser-
vicio de la comunidad humana”. Y esto sirve tanto para el trabajo asala-
riado como para toda forma de actividad humana.
Don de Dios. Nuestras Constituciones OFS añaden: “Para San
Francisco, el trabajo es un don y el trabajar es una gracia. El trabajo de
cada día es no sólo el medio de sustento, sino también una ocasión de
servicio a Dios y al prójimo, y un camino para desarrollar la propia
personalidad” (Constituciones
21,1).
Participación en la crea-
ción. Hoy tenemos más claro,
porque nos los enseñan las cien-
cias biológicas y la cosmología,
que el universo y todo lo que lo
contiene está en permanente
evolución y que no podemos en-
tender literalmente los relatos de
la creación de la Biblia. Dios no
crea todo en el inicio sino que lo
va creando constantemente a lo
largo de la historia mediante la
evolución. Una evolución en la que los seres humanos actualmente po-
demos intervenir para orientarla positiva o negativamente Ese proceso
de creación, según el proyecto de Dios, ha de conducir a la plenitud de
todas las cosas en Cristo. Dentro de esa creación, Dios ha asignado al
hombre, creado a su imagen y semejanza y creado para ser feliz, la mi-
sión de “labrar y cuidar” el jardín del mundo (Gén 2,15). Dios nos quiere
colaboradores suyos en la tarea de desarrollar y perfeccionar la Tierra,
mediante el trabajo físico e intelectual y todas las actividades humanas
de servicio a la sociedad.
Participación en la redención. Por desgracia, frecuentemente no
se realiza un trabajo escogido libremente y que desarrolla la personali-
dad de las personas, por eso un compromiso de los cristianos para la re-
dención del trabajo, ha de ser esforzarse para hacer posible que todo el
mundo tenga trabajo y sea un trabajo digno. Que no sea un trabajo escla-
vo, por supuesto, y que sea realizado en condiciones seguras para la salud
y con un salario justo y digno. Los medio técnicos han de estar ordenados
a logar que el trabajo sea cada vez más humano y gratificante. Para avan-
zar en esta dirección es esencial la solidaridad entre los trabajadores, que
se puede encauzar por medio del movimiento obrero y sindical.
Servicio a la comunidad humana. Además del trabajo asalariado,
las personas podemos realizar otras muchas actividades sin una compensa-
ción económica, pero que pueden ser muy útiles para la comunidad huma-
na: actividades artísticas, culturales, deportivas, sociales… También con
ellas participamos en el desarrollo y mejora de la Creación de Dios.
Fr. Vicente Felipe ofm
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IV CENTENARIO DE LA BEATIFICACIÓN
DE SAN PEDRO DE ALCÁNTARA
¿Qué sintieras, ánima mía, si
vieras allí a Dios arrodillado ante los
pies de los hombres y ante los pies
de Judas? ¡Oh blancas y hermosas
manos!, ¿cómo podéis tocar pies tan
sucios y abominables? ¡Oh purísi-
mas manos!, ¿cómo no tenéis asco
de lavar los pies enlodados en los
caminos? ¡Oh apóstoles bienaventu-
rados!, ¿cómo no tembláis viendo
esa tan grande humildad? Pedro,
¿qué haces; por ventura consentirás
que el Señor de la Majestad te lave los pies?
¿Tú, Señor, lávasme a mí los pies? ¿No eres tú Hijo de Dios vivo?
¿No eres tú el Creador del mundo, la hermosura del cielo, paraíso de los
ángeles, el remedio de los hombres, el resplandor de la gloria del Padre, la
fuente de la sabiduría de Dios en las alturas? ¿Pues Tú me quieres a mí
lavar los pies?
San Pedro de Alcántara
(Del Tratado de oración y meditación)