La hidroterapia utiliza el agua como agente terapéutico y puede aplicarse de diferentes formas como baños, chorros de agua, vapor o compresas. Se usa para tratar dolencias como dolor muscular, inflamación o quemaduras. Las actividades acuáticas se dirigen a personas con discapacidades o limitaciones y buscan mejorar su movilidad, relajación y bienestar mediante ejercicios en el agua de forma segura y adaptada a cada persona.