El poema expresa la necesidad del hablante de conocer la identidad de una figura misteriosa que visita durante la noche. El hablante le pide repetidamente que revele quién es y por qué lo visita, ya que su presencia trae consuelo a su tristeza existencial. Finalmente, el hablante le ruega que lo sostenga entre sus manos para aliviar su pena.