La carta de Einstein advierte al presidente Roosevelt sobre la posibilidad de desarrollar bombas atómicas a partir de la fisión nuclear del uranio, lo que podría conducir a la fabricación de nuevas bombas extremadamente poderosas. El Proyecto Manhattan produjo las bombas atómicas lanzadas sobre Hiroshima y Nagasaki, causando enormes daños e impulsando la rendición de Japón para terminar rápidamente la guerra.