1. La villa de Lupión se encuentra situada en el
centro de la provincia de Jaén, a 47 kilómetros de la
capital, con 1.057 habitantes, 24 Km2 de superficie y
449 metros de altitud.
Es el último pueblo de la Loma de Ubeda y
está en una zona de entre ríos, concretamente, el
Guadalquivir y su afluente el Guadalimar. Está limitada
por los términos de Baeza, Ibros, Linares,
Torreblascopedro y Begíjar.
Su término municipal se ubica en la cuenca del Guadalquivir, en la parte más
septentrional de la cordillera Bética.
SOBRE SU FORMACIÓN GEOLOGICA
La tierra blanquecina que pisamos los Lupionenses es característica de toda
la Loma de Ubeda. Afloró en el periodo Miocénico hace 8 millones de años siguiendo
el ciclo natural que tienen las rocas de transformación muy lenta pero constante y
continuada de la corteza terrestre. Sirve naturalmente de sustrato a su olivar así
como las tierras rojizas de su vega, que en su ciclo natural afloraron en el periodo
Triásico hace 200 millones de años. Estas tierras rojizas -en su día- hicieron el oficio
de fondo del mar porque si se observan al microscopio se ven innumerables restos de
fósiles marinos. Están al noroeste del municipio y son las estribaciones de la zona
geográfica del Condado.
DESCRIPCIÓN DE SU ENTORNO
Lupión está en una colina amesetada rodeada de un mar de rentables y
bien cultivados olivos que emergen sobre la tierra de varios montes muy
redondeados por el paso del tiempo y que antes de que fuéramos colonizados por
los Griegos y nos enseñaran el arte de los cultivos del olivo y la vid, eran todo un
gran Bosque Ibérico tupido y frondoso con tal variedad de flora y fauna que eran
muy abundantes: Osos, zorros, halcones, tejones, animales de caza inimaginables,
toda clase de aves y naturalmente lobos en honor a su nombre.
Estos montes que lo rodean dejan un escape abierto al poniente divisándose
parte de los valles de sus respectivos ríos y quedando como telón de fondo Sierra
Morena.
PRIMEROS HABITANTES
En Lupión se han encontrado restos que están en el Museo de Jaén que
demuestran que estuvo habitado antes de la Edad de Hierro y que a su suelo llegó el
pueblo Tarteso atraído por su riqueza minera. Igualmente también se han
encontrado en el paraje de “El Castillejo”, restos paleolíticos de hachas de piedra
talla y pulimentada y utensilios para la costura de pieles hechos de huesos de
animales, que están también en el Museo de Jaén.
PUEBLOS COLONIZADORES
El hombre, en su afán de saciar su natural curiosidad de descubrir, explorar y
colonizar el mundo que le rodea, aprovechó todos los medios naturales que tenía a
su alcance, la navegación naturalmente fue uno de los vehículos más idóneo para tal
fin. Los primitivos visitantes de nuestra península que venían de Africa y de la parte
oriental de Europa, naturalmente con lo primero que se topaban era con la costa
mediterránea, por eso, las primeras ciudades fundadas en España son de la zona de
levante como es el caso de Cartagena (Cartago). Pero en el bordeo la misma vieron
2. que al llegar a la altura más o menos de Cádiz podían continuar su viaje remontando
el Guadalquivir, esto, motivó hacer un alto en el camino provocando la fundación de
otra de las ciudades más antiguas de España, Cádiz (Gadir).
Este remonte del río -claro está- se hacía como es lógico hasta que dejaba de
ser navegable. El remonte propició la fundación de ciudades como: Sevilla
(Hispalis), Córdoba (Corduba), Andújar (Iliturgis) y la mismísima Cástulo .
Pero si el lugar merecía la pena, tenía interés y la curiosidad continuaba,
había que seguir a pie. Nuestro río, se podía remontar como he dicho hasta la
grandiosa Cástulo e incluso con algo de dificultad hasta lo que hoy es Jódar . Por
tanto hasta esta zona llegaron todas y cada una de las civilizaciones que poblaron
nuestra Andalucía, atraídos por la curiosidad, el oro de Sierra Morena y la plata de
Linares. Se asentaron aquí primeramente porque era el final del camino navegable y
también porque era una zona estratégica en su situación para continuar a pie hacia
la meseta y al resto de la península por el único paso natural posible de toda
Andalucía Oriental para acceder, el Paso de Despeñaperros. Además de todo
esto al darse cuenta de que esta zona era rica en plata, le supuso un gran atractivo
que dio lugar a una gran actividad y como consecuencia un activo e intenso
comercio enviando constantemente a Roma aceites, cereales, lanas, plata, cobre y
plomo. Por tanto y por todo ello, por nuestro Lupión y sus alrededores se asentaron
todas las civilizaciones: