El documento argumenta que el amor es la señal distintiva de los cristianos. Explica que los apóstoles trataron de organizar las primeras comunidades cristianas sobre la base del mandamiento del amor, y que el amor es la única forma de "abrir la puerta de la fe". También señala que la comunidad cristiana construye su Iglesia amándose unos a otros, y que sin amor no puede haber comunidad cristiana ni seguimiento de Jesucristo.