Las centrales térmicas, ya sean de ciclo combinado o no, producen emisiones al quemar combustible que aumentan los niveles de contaminación en las áreas circundantes. La combustión en automóviles, calefacciones y otras fuentes, así como la acción del sol sobre los contaminantes, contribuyen a mayores niveles de óxidos de nitrógeno, ozono, compuestos orgánicos y partículas en el ambiente urbano, afectando negativamente la calidad del aire.