Las contribuciones de Faraday y Lenz establecieron dos principios fundamentales de la inducción electromagnética: 1) cualquier variación de flujo magnético que atraviese un circuito cerrado produce una corriente inducida, y 2) la corriente inducida se produce en una dirección que se opone al cambio de flujo que la origina. Además, la ley de Faraday especifica que la corriente inducida es directamente proporcional a la tasa de cambio del flujo inductor y al número de espiras del circuito inducido.