Los proyectiles expansivos o de punta hueca fueron prohibidos en la guerra en 1899 debido a que al impactar contra una persona se expandían, causando un daño mayor y quedando alojados en la víctima. Los proyectiles blindados perforados se basan en su energía cinética para perforar blindajes, siendo su grado de perforación mayor a mayor velocidad y calibre. Los proyectiles de fragmentación se diseñan para fragmentarse en masas controladas, dejando una masa residual definida para destruir objetivos de forma masiva. Existen también proyectiles semi