El aprendizaje del esquí es un proceso gradual que comienza en pistas poco inclinadas para principiantes. Al principio se usa la técnica de "hacer cuña" juntando las puntas de los esquís para reducir la velocidad, pero luego se pasa a pistas más inclinadas manteniendo los esquís paralelos. Una vez dominadas las habilidades básicas, los esquiadores pueden afrontar cualquier tipo de pista con respeto a los peligros que conlleva el deporte.