El autor recomienda encarecidamente viajar tanto como sea posible, ya que viajar es una gran inversión en vivir y en ganar perspectiva. Afirma que viajar en la juventud es especialmente valioso antes de que la vida se complique, y que nada pone a prueba el amor como viajar juntos. Finalmente, señala que viajar reduce los prejuicios y la intolerancia, y que mantenerse en un solo lugar toda la vida limita la visión del mundo.