El documento habla sobre el pueblo de Israel, escogido por Dios pero que adoró a otros dioses. Dios envió muchos profetas durante 400 años para advertirles sobre su pecado e instarlos a arrepentirse, pero Israel no obedeció y mató a los profetas. Uno de los últimos profetas fue Ezequiel, quien advirtió sobre el castigo divino de la destrucción de la nación debido a la injusticia, corrupción y asesinato de inocentes.