La pintura "La Balsa de la Medusa" de Theodore Gericault representa el naufragio de un barco francés en 1816 donde 149 personas quedaron a la deriva en el mar durante 27 días. El artista estudió a los sobrevivientes para capturar con precisión las diferentes actitudes humanas ante situaciones límite como la desesperanza y la esperanza. La pintura es una alegoría de la humanidad enfrentando desafíos y luchando por la supervivencia.