La virginidad ha tenido un valor social y cultural a lo largo de la historia. En sociedades primitivas y religiosas como el Islam, la virginidad femenina y masculina antes del matrimonio era importante para el estatus social. En la Edad Media, la Iglesia católica promovía la abstinencia sexual y consideraba el coito sólo para la procreación. En la actualidad, aunque la virginidad sigue siendo un tema polémico, la sociedad ha progresado y cada persona toma sus propias decisiones al respecto sin que nadie los juzgue