El asambleísta Ramiro Aguilar Torres invita al público a su rendición de cuentas sobre su trabajo legislativo de mayo a diciembre de 2013. Se realizará el 18 de febrero de 2014 en la Asamblea Nacional. Aguilar representa a una minoría en la Asamblea, que tiene 108 asambleístas del partido de gobierno y 29 de otros movimientos. Explica que a diferencia de quienes promovieron el lema "Que se vayan todos", él busca construir una democracia equilibrada a través del cumplimiento de la

1. Ramiro Aguilar Torres
Asambleísta Nacional
tiene el honor de invitar a usted al acto de
Rendición de Cuentas
mayo - diciembre 2013
Fotografia: Diario EL COMERCIO
El verdadero valor consiste en hacer, sin testigos, lo que
seríamos capaces de hacer delante de todo el mundo.
François de La Rochefoucauld
Lugar: alón de los Presidentes de la Asamblea Nacional, segundo piso.
S
Dirección: Av. 6 de diciembre y Piedrahita, Quito.
Fecha: martes, 18 de febrero de 2014.
Hora: 19h00

2. AQUÍ ENTRE NOS...
En estas condiciones fuimos elegidos para representar a las minorías en la
actual Asamblea Nacional.
ace algunos meses le pedimos su voto para las elecciones generales
del 17 de febrero de 2013. Permítame platicar hoy, con usted y con su
familia, sobre nuestra experiencia en la tarea legislativa que gracias a
su voto podemos llevar a cabo.
La decisión democrática del pueblo ecuatoriano nos ha llevado a tener
en la legislatura 108 asambleístas del partido de gobierno y 29 asambleístas
que pensamos distinto. No se confunda. No hay un bloque de gobierno
y un bloque de oposición. No señor. Hay un bloque de gobierno y varios
movimientos que representamos a distintas minorías.
H
Antes del gobierno del Presidente Rafael Correa, una frase retumbó en los
oídos de los ecuatorianos:
¡QUE SE VAYAN TODOS!
Muchos, sin pararse a meditar en las consecuencias anárquicas, se
convencieron del concepto que dicha frase representaba.
Esta frase se repetía en cada manifestación, en cada salida a la calle para
protestar por lo que los ciudadanos consideraban gobiernos abusivos y
corruptos.
No crea usted que esta frase fue original de los ecuatorianos. No, no señor.
Esta frase venía subiendo de forma idéntica desde Buenos Aires hasta
Caracas.
Aquí no hubo originalidad. Hubo el eco de un complejo y elaborado plan de
quebrar las instituciones republicanas en Latinoamérica.
El modelo era sencillo: cuestionar el sistema, intentar llegar al poder a través
del derrocamiento del gobierno democrática y legítimamente elegido y, si se
fracasaba, repetir hasta el cansancio -por todos los medios de comunicación
que estuvieran dispuestos a replicar el mensaje- que todo debía cambiar.
Que todos los políticos eran corruptos. Que todos los males del ciudadano
eran culpa del gobierno. Que la salida era un cambio total, sin límite alguno.
Un cambio en el que la Constitución no debía ser la norma suprema que rija
la vida del Estado, sino el puente hacia cualquier extravagancia.
Para llegar a este escenario debía convocarse una Asamblea Constituyente,
eliminar los partidos políticos y captar todos los poderes del Estado. Usted
ha vivido esta historia; le consta que el Presidente de la República ha
concentrado todos los poderes.
El Ecuador vive una democracia donde los poderes Judicial, Legislativo,
Electoral y de Control Social (Participación Ciudadana) reciben órdenes del
Ejecutivo. Y eso está mal. Impide el equilibrio, acosa a las minorías y evita el
control político y judicial de la administración pública.
Si usted votó por nosotros, es parte de una minoría que debe ser representada
responsablemente.
Por el momento somos minoría (con esfuerzo, ejemplo de vida y haciendo
bien nuestro trabajo, podremos pasar a ser mayoría). Pese a tener un solo
voto en la Asamblea Nacional, procuramos diariamente demostrar con
nuestros votos y actuaciones legislativas, nuestras posiciones políticas y el
modelo de país que tanto usted como nosotros queremos materializar.
Ahora bien, a diferencia de quienes con su discurso apocalíptico nos llevaron
de una democracia lastimada pero recuperable, a este entramado de
concentración de poderes y ausencia de control, nosotros no sembramos
miedo. Nuestro imperativo moral es decirle que incluso con la desventaja
numérica que tenemos, el Ecuador debe luchar por su democracia; y que
la Asamblea Nacional, aún con la disparidad de fuerzas, es una institución
necesaria para el contrapeso del poder. Contrapeso pequeño, no siempre
existente, pero contrapeso al fin.
Si usted se da unos minutos para conectarse al internet y entrar a
http://asambleanacional.gob.ec/blogs/manuel_aguilar/2013/12/19/
informe-de-labores-mayo-diciembre-2013/
podrá constatar nuestro trabajo.
Acompáñenos en nuestra rendición de cuentas, háganos saber sus
inquietudes. No desmaye; con civismo, cumplimiento de la ley y respeto
hacia las instituciones, podemos construir un Ecuador libre, respetable y
democrático.
Atentamente,
Ramiro Aguilar Torres