Isadora Duncan fue una bailarina estadounidense pionera en el desarrollo de la danza moderna a comienzos del siglo XX. Abandonó la escuela formal a los 10 años para dedicarse a la danza, inspirándose en el arte griego antiguo. Tuvo una vida personal poco convencional y trágica, incluyendo la pérdida de sus dos hijos. Su legado continúa a través de las escuelas e instituciones que preservan y enseñan su técnica de danza.