El documento es una invitación a una Jornada Nacional de Arrepentimiento y Reconciliación en República Dominicana de 40 días de oración, pidiendo perdón por acciones como el aborto, la corrupción y las drogas que, según la Biblia, maldicen la tierra y acarrean muerte. El objetivo es que el país sea liberado de estas maldiciones y pecados mediante el arrepentimiento, y que Cristo sea establecido como único Señor de la nación.