La caja negra fue desarrollada en 1953 por el químico David Warren para registrar las voces de los pilotos y la actividad de los instrumentos en la cabina de mando de los aviones. Su función principal es almacenar datos de vuelo y comunicaciones en cajas metálicas resistentes que pueden ser recuperadas después de un accidente para analizar sus causas. Actualmente los aviones comerciales llevan dos cajas negras: el FDR que registra datos de vuelo y el CVR que graba audio en la cabina.