Roma Antigua llegó a extenderse desde Gran Bretaña hasta el Sahara y desde la península ibérica hasta el Éufrates en su época de mayor apogeo. Comenzó como una monarquía etrusca tras su fundación, luego se convirtió en una república latina en 509 a.C., y finalmente en un imperio en 27 a.C. bajo el periodo de paz conocido como Pax Romana.