El documento discute las dificultades de predecir cómo será la ciudad del futuro debido a las muchas variables fuera de nuestro control. Aun así, propone que la ciudad del futuro tendrá coches voladores impulsados por combustibles ecológicos, edificios verticales y sostenibles, y objetos e infraestructuras conectados a Internet con inteligencia artificial. También sugiere que los androides y robots asistirán a los humanos en tareas urbanas.