Para reciclar correctamente, debemos organizar la basura en diferentes recipientes para evitar contaminar el medio ambiente y causar lixiviados. Aproximadamente el 50% de los residuos domésticos son orgánicos y al descomponerse en los rellenos sanitarios producen lixiviados que contaminan el agua. El vidrio, plástico y otros materiales son reciclables y reciclarlos reduce la contaminación y ahorra energía en comparación con producirlos nuevamente.