La tromba de agua del 16 de febrero de 1989 en Las Palmas de Gran Canaria causó grandes daños e inundaciones. Se registraron más de 140 mm de lluvia en 12 horas, lo que provocó derrumbamientos, evacuaciones y la declaración de alerta roja. El papel que jugaron los aviones que siembran nubes como parte de un programa de lluvia artificial sigue siendo un misterio y podrían haber empeorado el episodio de lluvias torrenciales.