Este documento habla sobre el pecado capital de la envidia. Explica que la envidia revela una deficiencia en la persona envidiosa que no está dispuesta a admitir sus propias carencias. También discute la importancia de tener una identidad como hijos de Dios, dada por el padre, y no competir con los demás. El diablo intenta tentarnos cuestionando nuestra identidad, como cuando tentó a Jesús en el desierto.