1. La fiebre por el chat
Desde hace un tiempo se han presentado altos niveles en las compras de
dispositivos electrónicos, como los celulares, las Tablet, y computadores portátiles,
con el fin de facilitar el trabajo de las personas en las redes sociales o la internet,
pero esto se ha convertido en una necesidad, en donde las personas dependen de
estos dispositivos, y a su vez abusando de estos.
Estos dispositivos fueron inventados principalmente para el manejo práctico y
sencillo de trabajar, pero desde que salieron las redes sociales tales como el
Facebook, el twitter y el whatsapp, se ha facilitado la forma de comunicación con
otras personas; sin embargo estas redes sociales han sido peligrosas tanto en
ámbito personal como en el de la necesidad, ya que existen personas que
conocen la vida íntima de otras tan solo con estas redes sociales, poniendo en
peligro la vida de estas.
El chat es una herramienta invasora ya que ha creado una necesidad en la
sociedad. Si fuera a investigar una cifra en concreta de cuantas personas son
adictas a las redes sociales, y de cuantas han estado en peligro de estas
obtendría una cifra demasiado alta, ya que nuestra sociedad está dominada por
estas.
Antiguamente la gente conversaba en persona, se creaban relaciones amorosas
en persona, incluso se reunían entre ellas para arreglar viajes o recochas que
duraban poco pero se pasaba bien, ahora con todos estos dispositivos la gente ni
siquiera tiene que salir de sus casas, incluso si sales o viajan siempre llevan

2. consigo un dispositivo para hablar con otra gente, en otras palabras se creó una
tanta necesidad que no somos capaces de desconectarnos ni un minuto, y mucho
menos de disfrutar lo que nos apasiona, incluso nos llegamos a preguntar como
hacían nuestros abuelos para vivir sin esta tecnología, como se las arreglaban
En conclusión, las redes sociales se han venido convirtiendo en parte de nuestra
vida cotidiana, una vida en la que nunca nos desconectaremos, y en donde las
redes sociales nos dominaran, convirtiéndonos en sujetos sin vida, con pasiones
habladas, y con sueños que tal vez no se realizan.