Los valores se desarrollan principalmente en el hogar y la familia, y se fortalecen a través de la educación. La verdadera riqueza de una persona radica en sus valores y virtudes internas más que en sus condiciones físicas. Solo aquellos con sólidos valores pueden guiar sus vidas de acuerdo a sus principios a pesar de las dificultades, mientras que pequeños vicios debilitan el carácter y hacen que una persona no pueda vivir según sus ideales.