El documento cuenta una conversación entre una persona y Dios en el bosque. Dios usa la metáfora de un helecho que crece rápido y un bambú que tarda 5 años en echar raíces para luego crecer rápidamente, para enseñar que aunque a veces las cosas tardan en dar fruto, nunca debemos renunciar ni compararnos con los demás, ya que cada uno tiene su propósito. Dios nos ama incondicionalmente y nos da fuerzas para sobrellevar los retos de la vida.
Los buenos días te dan felicidad, los malos días te dan experiencia y ambos son esenciales para la vida.
La felicidad te mantiene dulce y los intentos te mantienen fuerte.
Las penas te mantienen humano y las caídas te mantienen humilde
Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3.pdfsandradianelly
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2. Un día decidí darme por vencido. Renuncié a mi trabajo, a mi relación, al sentido de mi vida, a mi espiritualidad.
3. Quería renunciar a mi vida. Me fui al bosque para tener una última charla con Dios.
4. Le pregunté a Dios: “¿Podrías darme una buena razón, para no darme por vencido?”
5. Su respuesta me sorprendió: “Mira a tu alrededor” El dijo: “¿Ves el helecho y el bambú?” “Si”, le respondí.
6. “ Cuando sembré las semillas del helecho y del bambú, las cuidé muy bien. Les di luz, les di agua.”
7. “ El helecho creció rápidamente. Su verde brillante cubría el suelo. Pero nada salió de la semilla del bambú.”
8. “ Sin embargo, no renuncié al bambú. En el segundo año, el helecho creció más brillante y abundante todavía.”
9. “ Y, nuevamente, nada creció de la semilla de bambú. Pero no renuncié al bambú”, dijo Dios.
10. “ En el tercer año, seguía sin brotar nada de la semilla del bambú, pero Yo nunca renuncié a él.”
11. “ Tampoco en el cuarto año la semilla de bambú dio fruto alguno, pero yo no renuncié al bambú.”
12. “ Sin embargo, durante el quinto año, un pequeño brote de bambú salió de la tierra. En comparación con el helecho, era aparentemente muy pequeño e insignificante.”
13. “ Pero, en sólo seis meses, ese brote de bambú creció más de 100 pies de altura. ¡Se había pasado cinco años echando raíces!”
14. “ Aquellas raíces, que no se veían, lo hicieron fuerte y le ayudaron a sobrevivir.”
15. Dijo Dios: “A ninguna de mis criaturas les doy un reto que no puedan sobrellevar”
16. El continuó diciéndome: “¿Sabías que todo este tiempo que has estado luchando, sufriendo, realmente has estado echando raíces?”
17. “ Si yo nunca renuncié al bambú, nunca voy a renunciar a ti. No te compares con otros, tu vida es preciosa para mí”
18. Dios continuó: “El bambú tenía un propósito diferente al del helecho, sin embargo, ambos eran necesarios y hacían del bosque un lugar hermoso”
19. “ También llegará tu tiempo y ¡crecerás muy alto!” “¿Cuánto debo crecer?” Le pregunté. “¿Cuánto crecerá el bambú?” Me respondió. “¿Tan alto como yo pueda?” Indagué.
20. Espero que estas palabras puedan ayudarte a entender, que Dios nunca renunciará a ti. Por eso, acepta que cada día de tu vida tiene sentido y sirve a tu propósito vital.
21. Los días buenos te darán felicidad. Los días malos te darán experiencia. Y ambos serán esenciales para tu vida.
22. La felicidad te mantendrá dulce. La auto-superación te mantendrá fuerte.
23. Las penas te mantendrán humano. Las caídas te mantendrán humilde. El éxito te mantendrá brillante.
24. Pero recuerda: sólo Dios te sostiene, aunque no le veas, mientras vas descubriendo quién eres en realidad