Antiguamente, los monjes copiaban y decoraban los textos religiosos a mano. En 1450, Johannes Gutenberg inventó la imprenta en Alemania usando tipos móviles de metal, prensa de vino e imprimiendo con tinta más clara. Gutenberg publicó la Biblia de las 42 líneas, la primera obra impresa de importancia. La imprenta se expandió por Europa, llegando a España en 1472 con la publicación de la obra Sigonal de Águilafuente.