El documento describe la inseguridad cotidiana que se experimenta en el municipio de Caroní, Venezuela. Se ha evidenciado un aumento en delitos como secuestros y asesinatos. Aunque las estadísticas muestran esto, el autor cree que la violencia ha afectado a todos debido al declive en las políticas de seguridad, mayor burocracia policial y falta de acción gubernamental. La tasa de homicidios es alta, de 90 por cada 100,000 habitantes, lo que genera miedo aunque la gente se haya acostumbrado