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Cortinas de humo Carlos Espino Ángulo,
ejecutiva insular del PSC de Lanzarote
carlos.espino§psc-lanzarote.org
En el colmo de la indecencia, el Partido Popular jue- cuentran en misión humanitaria. Se sigue hablan-
ga a convertirse en víctima. Situado en el centro de do de restablecer la legalidad internacional, cuan-
la polémica por su participación en la confabulación do la banda de Azores es la que ha destrozado
Así, a la inmoralidad
de las Azores, el Presidente Aznar y su partido tratan
cualquier pretensión de legalidad. Se sigue ha- de la guerra, se le
de desplazar el foco de atención, y situarlo donde les suma la inmoralidad
blando de una ONU inoperante porque no se ple-
interesa.
gó a los dictados del Emperador y sus lacayos. de relativizar la im-
Los incidentes en las manifestaciones no pueden ser Cortinas de humo. portancia de las vícti-
vistos más que como fracasos de los responsables
Se sigue acusando al Partido Socialista y a Izquierda mas, dibujando un
de garantizar el derecho ciudadano a manifestarse.
Unida de promover algaradas, cuando los
pretendido contexto
Las primeras víctimas de la violencia callejera no son
provocadores actúan sin que la policía proteja a los
las sedes del Partido Popular o los comercios que
en el que quedan
manifestantes. Se acusa de provocar crispación mien-
hayan podido sufrir desperfectos. Los más afectados convertidas en un
tras se desprecia la opinión unánime en contra de la
son los ciudadanos a los que se les coarta su dere-
guerra. Cortinas de humo.
mal necesario, aque-
cho a manifestarse libremente, pues no se les prote-
No les queda más remedio que tratar de desviar la llo de los efectos
ge y, además, han de soportar cargas policiales colaterales. Cortinas
atención. Los medios de información sitúan ante los
indiscriminadas y de inusitada violencia.
ojos de los españoles día tras día las consecuencias de humo.
Beneficia esta situación al Presidente Aznar y al Par-
dramáticas de la decisión de José María I de Aznar Presentarse como
tido Popular desde una doble perspectiva. Por una
y V de Botella, secundado sin fisuras por un Partido
víctimas mientras se
parte, descalificando de manera generalizada la res-
Popular dispuesto a inmolarse a mayor gloria del
puesta ciudadana, tratando de presentar a los parti- apoya a la maquina-
Gran Timonel.
dos de la oposición como adalides de una especie ria bélica que destro-
Así, a la inmoralidad de la guerra, se le suma la
de guerrilla urbana que sólo existe en la imaginación za a los civiles
inmoralidad de relativizar la importancia de las víc-
desesperada de los estrategas de imagen popula- iraquíes es un ejerci-
timas, dibujando un pretendido contexto en el que
res. Por otra parte, no cabe duda de que el temor a cio de indecencia y
quedan convertidas en un mal necesario, aquello
posibles incidentes, magnificados desde los medios
de los efectos colaterales. Cortinas de humo. cinismo difícilmente
de información del régimen, disminuye la participa-
Presentarse como víctimas mientras se apoya a la superable.
ción en las manifestaciones.
maquinaria bélica que destroza a los civiles iraquíes
Se sigue negando que España participe en la gue-
es un ejercicio de indecencia y cinismo difícilmente
rra, y se insiste en que las tropas españolas se en-
superable. •
(c) Del documento, los autores. Digitalizacin realizada por la ULPGC. Biblioteca Universitaria.