1. La tradición de encender una llama
olímpica viene de los antiguos
griegos. Durante los Antiguos
Juegos Olímpicos, la llama sagrada
era encendida por los rayos del sol
en Olimpia, y se quedaba
encendida hasta que se terminaran
los Juegos. Esta llama representa la
"esfuerzo para la protección y la
lucha por la victoria."
Fue introducida por primera vez
en los Juegos Olímpicos modernos
de Ámsterdam de 1928. Desde
entonces, la llama ha llegado a
simbolizar "la luz del espíritu, el
conocimiento y la vida".