La locura afectó a los marineros en el barco, haciendo que se lanzaran al mar uno por uno sin darse cuenta. El único sobreviviente evitó esta locura aceptando su destino en lugar de resistirse desesperadamente. El cuento sugiere que la locura y la negación de la muerte llevaron a los otros marineros a suicidarse, mientras que aceptar la muerte protegió al sobreviviente de la locura.