La mujer Erika vivía endeudada en un pequeño arriendo con pocas pertenencias. Tenía varios pretendientes pero les exigía que pagaran sus deudas, alejándolos. José Miguel aceptó la condición y se casaron, pero tuvo que trabajar duro para mantener a Erika mientras ella no aportaba nada productivo, divorciándose luego de aburrirse. Sus amigos pasaron a llamarla "La Mantenida" por vivir a costa de los demás.