Un joven llamado Adrián robó un rubí encantado de una anciana. Años más tarde, conoció a Isela y se enamoró de ella. Le regaló el rubí, lo que hizo que su salud empeorara debido al hechizo. Adrián se enteró pero ya era demasiado tarde, e Isela murió poco después de casarse con él. Devastado por la pérdida del amor de su vida, Adrián se suicidó.