La mona María leyó libros y descubrió que en la selva de México vivía un monstruo. Ella empacó frutas en su mochila para atrapar al monstruo y se fue a la montaña. En el camino, alguien le quitó las frutas de su mochila, haciendo que María se sintiera triste. Resultó que el "monstruo" era en realidad un oso que le quitó el hambre a María.