El documento narra los últimos momentos de Sócrates antes de beber la cicuta para cumplir con su sentencia de muerte. El servidor le comunica a Sócrates que ha llegado la hora de su ejecución. A pesar de que Critón le sugiere retrasar la muerte, Sócrates se niega porque considera que eso sería mostrar debilidad. Bebe la cicuta con tranquilidad y realiza una oración a los dioses. Sus últimas palabras son para pagar una deuda a Asclepio antes de morir con la mirada fija.