La NASA encontró que la Biblia contenía información precisa sobre eventos astronómicos al desarrollar un programa para calcular la posición de cuerpos celestes. El programa detectó un error de un día, que coincidía con el relato bíblico de Josué deteniendo el sol. También coincidió con la historia de Isaías haciendo retroceder la sombra, completando la explicación. Esto demuestra que la Biblia no es solo alegorías, sino un relato preciso, aún cuando la religión es un asunto personal.