Los estudiantes encontraron un letrero que anunciaba el velorio de la persona que impedía su progreso en la escuela. Al acercarse al ataúd, cada estudiante encontró su propio reflejo en un espejo, con un mensaje que indicaba que la única persona capaz de limitar su crecimiento es uno mismo. El documento enfatiza que cada persona es responsable por su propia vida y el único que puede causar un cambio positivo o negativo en ella.