Este documento describe tres de las cuevas más importantes de la prehistoria de Asturias: la cueva de Tito Bustillo, considerada uno de los grandes santuarios del arte paleolítico de Europa; la cueva del Sidrón, donde se encontraron los restos fósiles del "hombre del Sidrón", uno de los descubrimientos más importantes de la prehistoria asturiana; y la cueva del Pindal, que alberga una de las muestras más bellas del arte paleolítico de la región.