El cuento tradicional de Cantabria narra cómo un pastor cuidaba sus ovejas y cómo un corderín enfermo murió a pesar de sus esfuerzos por curarlo. Secó la piel del animal y la colgó de un espino, donde tres pajarines comenzaron a picotearla y producir un sonido "Tas-tas". El pastor tuvo la idea de colocar la piel sobre un aro de madera para poder reproducir ese sonido cuando quisiera, creando así el primer pandero.