Este documento cuenta la historia de cómo Dios le asignó diferentes expectativas de vida a los animales y al hombre. El burro pidió solo 20 años en lugar de los 50 que Dios le había dado originalmente. El perro pidió solo 10 años en lugar de los 25. Y el mono pidió solo 10 años en lugar de los 20. Cuando Dios le dijo al hombre que viviría 20 años, el hombre pidió los 30 años que el burro rechazó, los 15 años que el perro no quiso y los 10 años que el mono rechazó, para un total de 55 años.