3. El policía se sonrió, pensando cuan románticos eran, y que lo mejor sería que le echase un vistazo a la pareja, por si acaso se hacían daño. El viejecito tomó a su mujer cuando estuvieron desnudos y la apoyó contra la reja. El policía, que seguía mirando, no podía creer lo que veía. Con la vitalidad de una jovencita, la mujer se movía violentamente arriba abajo, mientras el marido se convulsionaba como un salvaje. Siguieron así durante un buen rato hasta que los dos cayeron al suelo, totalmente exhaustos.
4. Más tarde el policía se acercó y les dijo: - Ha sido la forma de hacer el amor más bonita que he visto en mi vida... Ustedes debieron ser una pareja muy salvaje cuando eran jóvenes - No... realmente - dijo el viejecito - cuándo nosotros éramos jóvenes, esa reja de mierda no era eléctrica......