El documento describe cómo la sangre de Cristo nos da acceso al lugar santísimo, nos libera del poder de las tinieblas y nos da redención y perdón de pecados. Mediante su sangre en la cruz, Cristo hizo la paz, anuló el acta de los decretos contra nosotros y triunfó sobre los principados y potestades. Como sumo sacerdote, entró una vez para siempre en el lugar santísimo por su propia sangre, obteniendo eterna redención y limpiando nuestras conciencias para servir