Este documento discute la naturaleza de la vida. Explica que la vida no es algo físico que se puede detectar, sino más bien una configuración de la energía que mantiene los sistemas biológicos. Define la vida como un conjunto de microestados de la energía que se asocia con una demora en la dispersión espontánea de esa energía a través de operadores internos como las enzimas. Finalmente, señala que la vida surgió en la Tierra miles de millones de años después de la formación del universo y del sistema solar.