2. • Es un animal noble de pequeña talla, con
cuernos arqueados, muy ágil y adaptado a
saltar y escalar. Su distribución es amplia y se
encuentra en casi todo el mundo,
principalmente en las zonas montañosas.
Existen cabras salvajes, pero la mayoría de
ellas fueron domesticadas por el hombre.2
3. • La cabra es criada por su leche (usada
frecuentemente en la producción de quesos),
así como por su carne, piel, y pelo. Algunas
razas son criadas especialmente para la
producción de fibra (pelo), como la «angora»
originaria de Turquía (Angora era el antiguo
nombre de Ankara) e igualmente la
«cachemira».
4. • El macho se llama cabrón o macho cabrío, y las
crías se distinguen con los nombres
de cabritos, chivos o chivas, el primero mientras
maman y el segundo hasta que cumplen un año;
desde esta época hasta los dos años se
denominan primales o primalas; desde los dos a
los tres años machos llanos y a las hembras con el
de cabras; pasada esta edad machos cuatreños y
a aquellos a quienes se les castra, sobre todo los
que han servido de padres, se les
llama castrones.
5. • El macho y la hembra tienen caracteres tan
marcados que los hacen distinguirse desde lejos;
el primero no solo se conoce a simple vista en las
partes genitales y en sus cuernos, sino que el
olfato le hace distinguir por lo desagradable de su
olor; la hembra es notable por la longitud de
sus ubres. Ambos sexos tienen cola corta, un
mechón de pelos largos sobre la barba y la
mayoría dos glándulas colgantes en el cuello que
se distinguen con el nombre de mamellas.3
6. Razas
• Hay gran cantidad de razas caprinas, las más
conocidas entre ellas son: alpina, raza
lamacha, saanen, angora, cachemira, cabra
enana, anglo-nubiana, bóer, entre otras.4
Entre las razas españolas se destacan la
murciano-granadina, la malagueña, la florida y
la canaria, como razas lecheras. También son
muy interesantes como reserva genética dos
razas en peligro de extinción, como son la
serrana andaluza y la blanca celtibérica.
7. Hábitat
• Las cabras viven bien en todos aquellos terrenos en
que, por su pendiente, elevación y plantas que se crían,
sería de todo punto imposible mantener otra clase de
cuadrúpedos. Le son muy conveniente la hierba con el
rocío de la mañana y por lo mismo en verano se las
saca a pastar en cuanto despunta la aurora; huyen de
los terrenos pantanosos, que las perjudican en
extremo, y su inclinación las hace trepar por los
montuosos donde encuentran alimento en abundancia,
y lo mismo que en las tierras estériles donde
consumen zarzas, espinos y otras clases de maleza.
8. Reproducción
• Son estos animales adecuados para la generación
desde los dos hasta los siete años pero la edad más
conveniente es la de tres años. Así se ha observado por
la robustez y desarrollo de los cabritos. A los seis años,
el macho suele ya encontrarse apurado y débil de cuyo
defecto participan las crías y es preciso no caer en este
inconveniente, lo mismo que en el de la precocidad,
pues si bien puede engendrar la cabra a los ocho meses
y el macho cabrío se encuentra en disposición al año,
los frutos de esta generación serían tan defectuosos
como los habidos cuando ya se encuentran sin fuerzas
y apurados.
9. • La época para engendrar es desde septiembre
a octubre y noviembre; en algunos climas
suele ser en mayo y a mediados de invierno.
10. • Mientras las cabras estén preñadas, se las debe
cuidar con el mayor esmero y solicitud,
procurando que no las falte agua de continuo y
dándoles por alimento del mejor, días antes y
después de parir. El parto es laborioso y por lo
tanto necesitan que se las ayude para facilitarlo.
El cabrito debe mamar de un mes a seis semanas
y a medida que se le vaya acostumbrando a
tomar otro alimento, como hierba tierna
o heno del mejor, se le va quitando la leche poco
a poco, hasta que bien acostumbrado a comer, se
le quita de una vez.
11. • A los cabritos se les suele castrar a los seis o
siete meses; por ejemplo, los que nacen en
septiembre se les puede castrar en marzo, los
de diciembre en abril o mayo, y los de marzo a
finales de septiembre.