El documento resume varios actos terroristas cometidos por las FARC contra civiles colombianos entre 1999 y 2006, incluyendo secuestros, asesinatos, ataques con carros bomba y ataques indiscriminados contra poblaciones. En cada caso, las FARC negaron su responsabilidad a pesar de las pruebas en su contra presentadas por las autoridades colombianas. El documento concluye cuestionando si las FARC son realmente un grupo terrorista y sugiere que Colombia necesita paz sin sus chantajes y mentiras.