Un hombre observó a una oruga tratando de salir de un pequeño agujero. Cuando pareció que la oruga ya no podía avanzar más, el hombre agrandó el agujero para ayudarla. Sin embargo, la mariposa resultante no podía volar porque al no haber hecho el esfuerzo de atravesar el agujero por sí misma, sus alas no se habían desarrollado adecuadamente. El cuento enseña que a veces los obstáculos y dificultades nos hacen más fuertes, mientras que evitarlos nos deja débiles