La ley antitabaco de 2010 en España prohibió fumar en todos los espacios públicos cerrados y algunos abiertos para proteger la salud pública del tabaquismo, que causa 50,000 muertes anuales en España. La ley establece multas de 30-600,000€ para los infractores. Aunque algunos argumentan que afecta las libertades y economía, la mayoría apoya la ley para reducir los daños de fumar.