La política exterior de Carlos III de España se caracterizó por mantener la alianza con Francia a través del Tercer Pacto de Familia en 1761, lo que llevó a la participación española junto a Francia en la guerra de los Siete Años y la guerra de Independencia de Estados Unidos, resultando en la pérdida y posterior recuperación de Florida y Menorca para España tras las paces de París y Versalles, respectivamente.