El documento explica que los colores que vemos en las imágenes de los planetas no siempre corresponden a sus colores reales debido a que las cámaras de las sondas espaciales no detectan el color de la misma forma que el ojo humano y a menudo se exageran para resaltar las características. Algunos planetas como Marte y Júpiter presentan colores vivos reales, mientras que en otros como Venus y Saturno los colores son más apagados.