Este documento presenta los ganadores de los Premios Stella de 2002, que reconocen casos ridículos del sistema legal estadounidense. Entre los ganadores se encuentran una mujer que recibió una indemnización después de caerse por la culpa de su propio hijo en una tienda, un ladrón encerrado accidentalmente en un garaje por 8 días que recibió $500,000, y un hombre que recibió $1,750,000 después de sufrir un accidente mientras conducía en piloto automático en su autocaravana.